Voces y movimiento al ritmo de mis derechos tiene los siguientes objetivos específicos:
Objetivo de formación:
Fortalecer el
reconocimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y de su
vivencia en el territorio.
Objetivo de movilización social:
Generar
reconocimiento y apropiación en las comunidades, acerca de las potencialidades
y posibilidades de incidir de los niños, niñas y adolescentes como sujetos de
derechos y fuente de transformación social.
Objetivo de divulgación pedagógica y sensibilización:
Vincular al
público general en torno a la necesidad de proteger los derechos de los niños,
niñas y adolescentes ubicados en territorios que han sido históricamente
afectados por el conflicto armado, a través de estrategias artísticas,
culturales y psicosociales. Así mismo, dar a conocer las acciones desarrolladas
por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y sus aliados, en torno a la
protección de los niños, las niñas y los adolescentes del país.
Consolidar la experiencia teniendo en cuenta las características territoriales, los aprendizajes, las tensiones/retos y propuestas de fortalecimiento para futuras intervenciones.
Metodologías de Voces y Movimiento:
Voces
Esta metodología genera espacios de práctica, aprendizaje, creación y disfrute de la música, para niños y niñas –en este caso, entre los 6 y los 12 años de edad-, que primordialmente se encuentren en contextos de vulnerabilidad de sus derechos y riesgo social. Está basado en los programas de iniciación musical de la Fundación Nacional Batuta (ensamble y coro) y de atención psicosocial, que se combinan en un modelo de atención musical – psicosocial.
El programa desarrolla su acción en principios pedagógicos como la flexibilidad,
articulación, participación, inclusión, creación e improvisación musical como
medio de expresión y reparación pues reconoce la complejidad de la población y
de los territorios en los que se desarrolla la propuesta.
Los niños y las
niñas desarrollan destrezas para interpretar instrumentos musicales y
adentrarse en el mundo del manejo de la voz y de la práctica musical colectiva,
pero también avanzan en el reconocimiento de sus derechos a partir de la
comprensión del territorio como propio. La creatividad es fuente de narrativas
sonoras y artísticas que favorecen la construcción colectiva, la expresión y
apropiación del proceso por parte de los beneficiarios.
Esta metodología genera espacios para la
sensibilización artística que integre la música y la corporalidad, en un
ejercicio de inclusión y experimentación de estéticas y técnicas diversas. La
población a quien va dirigido, son adolescentes entre los 13 y 17 años,
principalmente aquellos que se encuentran en riesgo de vulneración de sus
derechos. Para los adolescentes, la expresión corporal favorece la adquisición
de habilidades sociales, interacción con otros, reconocimiento y aceptación
propia y de otros.
La música
y la expresión corporal a través de la danza son disciplinas convergentes. Elementos
como el plano temporal, el pulso, el ritmo, la lógica se trenzan potencializando
a la una con la otra. La música para su entendimiento conceptual y gestual, hace uso de
símiles entre los lenguajes corporales, visuales y narrativos. Al estar de
manera explícita en el proyecto “Música en Movimiento”, se facilita la
percepción, comprensión y apropiación de los conceptos e ideas, así como el
desarrollo de destrezas, en las cuales música y cuerpo se fortalecen, logrando
un nivel mayor de impacto tanto para el individuo que experimenta el proceso de
iniciación musical, como para el espectador, quien involucra no solamente el
oído, sino toda la corporalidad en la experiencia.