El poder transformador de la música

Batuta le canta a la esperanza desde Bojayá

●     La Fundación Nacional Batuta se sumó a la conmemoración de los 22 años de la masacre de Bojayá con la participación de integrantes de la Orquesta Sinfónica Libre de Quibdó y del Ensamble y Coro del Centro Musical Batuta Bojayá: proyectos implementados por Batuta en alianza con el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.

●     Las dos agrupaciones de la Fundación Nacional Batuta se presentaron junto a la Banda Sinfónica Nacional de Colombia y otros grupos artísticos de la región, en el evento de conmemoración que se llevó a cabo el jueves 2 de mayo en el municipio.

Con alabaos, bundes, currulaos, tamboritos y otras músicas representativas del Pacífico colombiano, Bojayá le cantó la memoria y a la paz para conmemorar 22 años de la masacre que en 2022 cobró las vidas de79 personas, entre las que se encontraban 45 niños y niñas. La conmemoración se realizó el pasado jueves 2 de mayo, mediante un encuentro liderado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y el Ministerio de Educación Nacional, en el que dos agrupaciones de Batuta: el ensamble Bambazú de la Orquesta Sinfónica Libre de Quibdó, y el Ensamble y Coro del Centro Musical Batuta Bojayá, se presentaron junto a la Banda Sinfónica Nacional y otros grupos artísticos de la región, como símbolo de la reconstrucción del tejido social y del coraje de la comunidad para seguir adelante después de la tragedia.

La música ha significado una herramienta para sanar y reconstruir el tejido social de la comunidad bojayaseña. Batuta tiene presencia en el municipio desde 2006 y desde entonces, cada año, un promedio de 140 niños, niñas y adolescentes han llegado al Centro Musical para participar delos procesos de formación musical y acompañamiento psicosocial implementados por Batuta y el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.

Por su parte, la Orquesta Sinfónica Libre de Quibdó es una de las agrupaciones representativas de la Fundación Nacional Batuta que, durante doce años, ha sido un epicentro de música, de identidad y de transformación social para la comunidad quibdoseña. La Orquesta Sinfónica Libre de Quibdó incluye, además de los instrumentos propios de la música sinfónica, instrumentos tradicionales de la música del Pacífico norte, como marimbas, tamboras y maracas, lo que le permite interpretar obras del repertorio universal, al tiempo que explorar las músicas de la región en formato sinfónico-coral.

El ensamble Bambazú de la Orquesta Sinfónica Libre de Quibdó, dirigido por el maestro Indalecio Sánchez, y el Ensamble y Coro del Centro Musical Batuta Bojayá, dirigido por el maestro Javier Cuesta, son agrupaciones que pertenecen al programa Sonidos de Esperanza, implementado por Batuta y el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes. A la sostenibilidad de la Orquesta Sinfónica Libre de Quibdó, también se suman como aliados la Alcaldía de Quibdó y la Fundación SURA.

El ensamble Bambazú de la Orquesta Sinfónica Libre de Quibdó interpretará San Antonio, bunde del folklore tradicional; La balsada, currulao del Grupo Socavón; Volando, currulao de Hugo Candelario y Kilele, tamborito de Augusto Lozano. Por su parte, los integrantes del Centro Musical Batuta Bojayá cantarán Mi flauta tiene ritmo, chalupa compuesta por el maestro de Batuta Víctor Guzmán, y Caracolito, currulao del también profesor de Batuta, Germán Ruiz.

Después de estas interpretaciones, las agrupaciones Batuta se unieron con la Banda Sinfónica Nacional de Colombia, las Cantaoras de Bojayá y la Chirimía de Bojayá, para tocar juntos Chocoanito inconforme, currulao Neivo j. Moreno; Parió la luna, tamborito de Alfonso Córdoba y el Himno del Chocó.

Las voces del territorio

Javier Cuesta es el Coordinador del Centro Musical Batuta Bojayá y cuando era niño hizo parte de los procesos de formación musical de la Fundación Nacional Batuta. En abril de 2023 empezó su labor como coordinador del Centro Musical y hoy cuenta, con orgullo, cómo ha sido testigo de la transformación de los niños y niñas que asisten a las sesiones de formación musical y acompañamiento psicosocial, sus familias y comunidad cercana:

“La música ha sido el camino que nos ha llevado a concebir otras formas de pensar, de vivir y de crear un ambiente seguro para uno mismo como persona y también para los niños y niñas. Como docente, he sentido que los participantes del Centro Musical se proyectan como personas, empiezas a tener grandes sueños y a consolidar proyectos de vida distintos a los que ofrece su entorno habitual. Por eso la música ha sido el elemento fundamental para  niños tengan una visión diferente sobre la proyección de su vida, y también para no dejarse afligir por lo que ha pasado en nuestro municipio, la música nos permite olvidar y perdonar todo episodio de violencia.

La música ayuda a sanar esos episodios de violencia al permitirnos conectar con nuestras emociones, expresar lo que a veces no podemos poner en palabras y crear un espacio seguro para procesar experiencias difíciles. También puede unir a las personas en comunidad a través del ritmo y la armonía.

Mi mensaje es que la violencia solo genera más dolor y sufrimiento y todos merecemos vivir en un mundo donde reine la paz y el respeto por la vida. La violencia no resuelve nada y es mejor proyectarse a cambiar y encontrar la paz, porque el amor y la comprensión son más poderosos que el odio y la agresión. Siempre es importante recordar que hay alternativas a la violencia y que buscar ayuda es el primer paso hacia un cambio positivo”.

“La música nos permite olvidar y perdonar todo episodio de violencia”.

Indalecio Sánchez es el director de la Orquesta Sinfónica Libre de Quibdó y nació en Bellavista, Bojayá, lugar donde ocurrió la tragedia hace 22 años.

Cuando tuvo lugar la masacre, Indalecio estaba en Quibdó estudiando música. Hoy, más de dos décadas después, recuerda las sensaciones de angustia y desesperación que sintió al enterarse de lo sucedido: familiares, amigos y compañeros de infancia habían sido víctimas del ataque que tuvo lugar en medio de los enfrentamientos entre las FARC y las AUC. “No sabíamos qué hacer, tratábamos de comunicarnos con nuestros familiares para saber si seguían con vida y si estaban bien”, cuenta.

 

“Desde Batuta en Quibdó hemos usado la música como forma de resistencia y de sanación. Para mí la música lo es todo, vengo de una familia de músicos y con ella he construido mi vida, he contribuido a la transformación de muchos niños y jóvenes, y ha sido un aliciente para toda esta situación de violencia que hemos vivido”, dice Indalecio.

 

La música le ha dado a Indalecio el valor que ha necesitado para seguir adelante no solo después de la tragedia en Bojayá, sino también al perder a su hijo Brahian Sánchez, joven percusionista de 22años que fue asesinado el 29 de diciembre de 2023. “Todos los días lo recuerdo porque era músico y andaba siempre conmigo, trabajando por transformar las vidas de otros niños y jóvenes a través de la música. Yo estoy ahora en ese proceso de sanación junto a mi familia y con mi esposa Sandra, y es precisamente la música lo que nos ayuda a seguir luchando por La Paz en el Chocó”.