El poder transformador de la música

Una carrera musical atada a los acordes del bandoneón

Por Rafael Escobar Saumet
Periodista Fundación Nacional Batuta


Giovanni Parra Huertas es un bogotano cuyos pasos en el medio musical han sido marcados por varios motivos importantes que direccionaron su andar artístico. Dos de ellos: el bandoneón, su instrumento por excelencia y Batuta, el lugar que le mostró un panorama para que la música se convirtiera en el rumbo profesional de su vida.


“Batuta para mí fue una experiencia de vida musical, un lugar que me hizo conocer diferentes géneros, sobre todo fue la ventana a la música clásica, porque en Batuta escuché, por ejemplo, los referentes del chelo con sus conciertos –el instrumento que estudié mientras estuve en la Fundación– y logré conectarme con la música sinfónica. Batuta para mí fue una puerta hacia músicas que yo no había escuchado antes, las cuales iban a nutrir a futuro mi formación como músico”, comentó Giovanni en entrevista con la FNB para la sección de #Exbatutos.


Su maestra de chelo era Luz Mary Sánchez, alguien que según él, supo dirigirlo ante la oportunidad artística que la vida le daba en ese momento. “Considero que en realidad la institución son los maestros. Son quienes enseñan y educan y, en ella, encontré una muy  buena maestra. Lo que me dio Batuta fue eso, una maestra que me motivó a hacer música. Además, ver muchos jóvenes de mi edad y hasta menores que yo haciendo música fue algo que me marcó; siempre lo tengo grabado en mi mente”.


En Batuta, Giovanni estuvo alrededor de un año y medio, en esa época tomó clases en el Centro Orquestal La Victoria. “La pasaba muy bien, los conciertos que hacíamos en el Centro Comunitario eran muy interesantes y además de todo aprendía muchísimo; cuando me retiré lo hice por las distancias, porque vivía en Bosa y me quedaba muy difícil llegar hasta allá. Después me arrepentí de haberme salido pero por haberlo hecho y seguir otros rumbos, tuve otros aprendizajes de vida, igual de valiosos como lo fue Batuta para mí”. Recuerda Giovanni de lo vivido entre los años 1997 y 1998.


Entrevistador: ¿Cómo fue salir de Batuta y empezar a recorrer otros rumbos con ese impulso que le dio la Fundación para que siguiera en la música?


Giovanni:
Al salir de Batuta ingresé a la carrera de Música en la Universidad Pedagógica, directamente me incliné por practicar el acordeón, un instrumento que me gustó desde siempre por su sonido y exigencia; para su estudio me apoyaba en el profesor Lácides Romero, pionero del acordeón clásico aquí en Colombia; entré ahí por él. Estando en la universidad decidí incursionar en un instrumento primo hermano del acordeón: el bandoneón.


Cuando salí de la Pedagógica en 2005 viajé a Argentina a estudiar por cinco años. Al volver a Colombia, pensé que era hora de hacer escuela del instrumento. Ya tengo 10 alumnos comprometidos, tengo una orquesta de tango de 25 músicos y seis son bandoneones; además, tengo un quinteto de cinco años de trayectoria con el que nos ha ido muy bien: nuestro logro máximo hasta el momento lo tuvimos en 2015  cuando nos nominaron a los premios Grammy Latino en la categoría de Tango. Han sido muchas cosas las que han ocurrido luego de mi paso por Batuta.


E: ¿Cómo describe su afinidad hacia el bandoneón?


G:
El bandoneón me cautiva porque el tango me cautiva; cuando lo tomo en mis manos siento que me gusta mucho también el tenerlo en las piernas, su timbre y el rol que tiene el bandoneón en las canciones para las que está hecho; todo me gusta.


Es un instrumento que me ha permitido tener el quinteto y la orquesta,  pero también tocar con grupos de diversos géneros, hace poco grabé con los Aterciopelados, con Monsieur Periné y con la cantautora Martha Gómez;  el fin del instrumento se presta muy bien para diferentes tipos de música y no solo para el tango. Tocar este instrumento me ha abierto muchas puertas.


E: ¿Cuéntenos sobre el quinteto con el que logró la nominación al Grammy Latino?


G:
Fuimos nominados al Grammy con el Quinteto Leopoldo Federico; bandoneonista que falleció hace un par de años, a quien conocí en Argentina y logré tocar con él. Es uno de los referentes más importantes de esta música que tanto me apasiona. Lo conocí como músico y personalmente, y fue tanta mi admiración, que decidí ponerle el nombre al proyecto que arranqué aquí en Colombia.


E: ¿Cómo es su experiencia como profesor de bandoneón en Colombia y cómo está el nivel de los practicantes en este país?


G:
Desde que yo empecé a estudiar este instrumento, hasta hoy, sí hay una evolución. El bandoneón no es muy conocido por tantos estudiantes, pero desde que haya una práctica permitirá que más jóvenes se interesen por él. El instrumento no es fácil de conseguir acá en Colombia, eso limita un poco su estudio. Como docente soy muy agradecido y bendecido porque aprendo muchísimo enseñando, es algo muy valioso.


R: ¿Algún mensaje para aquellos niños y jóvenes de Batuta  que le puedan ver como una inspiración o modelo a seguir, debido a su trayectoria artística?


G:
Traten de estar motivados y que les guste lo que hacen, lleguen a ser músicos o no, disfrútenlo cada día; repito, estén muy motivados, con la sola motivación se garantiza todo, el resto llegará solito.


Anécdota de su paso por Batuta:


Algo muy chistoso que recuerdo era que me quedaba dormido en los buses porque Batuta estaba muy lejos de mi casa y me despertaba porque el bus tomaba giros bruscos en los que se inclinaba justo llegando a la sede. Por supuesto, eso hace parte de la formación como persona y la responsabilidad a esa edad -uno de adolescente- al tomar un bus e irse hasta la “quinta porra” como se dice, y sin estar obligado.


***Si usted que ha leído este artículo hace parte de la comunidad de #Exbatutos, le invitamos a diligenciar el formulario de esta sección en el link http://www.fundacionbatuta.org/formulario-comunidad.php para que no cuente su historia de vida y podamos juntos reconstruir esta revolución musical que Batuta está logrando ya con 25 años de existencia, en los que ha creído y seguirá creyendo en el poder transformador de la música.